Kenia liderará una nueva misión de la ONU en Haití

Kenia liderará una nueva misión de la ONU en Haití

Habéis leído bien. Kenia liderará la nueva misión multinacional de respaldo a la seguridad en Haití aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU. Esta misión, que no estará bajo la bandera de la ONU ni será llevada a cabo por los “cascos azules”, estará financiada principalmente por Estados Unidos y contará también con la participación de efectivos de Bahamas, Jamaica y Antigua y Barbuda. Su objetivo principal será dar apoyo a las fuerzas policiales haitianas durante un período de 12 meses, con el propósito de enfrentar la situación de violencia descontrolada que sufre el país.

¿Quién la ha solicitado y por qué?

El primer ministro haitiano, Ariel Henry, ha estado pidiendo, desde hace un año, una intervención militar extranjera para controlar la creciente violencia pandillera, especialmente en la capital del país, Puerto Príncipe.

Haití es un estado fallido, sus instituciones son incapaces de solucionar las altas tasas de pobreza y violencia crónicas de un país muy inestable políticamente —Haiti ha sido víctima de numerosos golpes de Estado y largos gobiernos en funciones que han obstaculizado el desarrollo normal de su democracia y su economía. Tan solo en 2023, se han reportado más de 8.000 asesinatos, linchamientos, secuestros y violaciones, que han obligado a unos 150,000 haitianos a dejar sus casas e irse a otras zonas del país menos inseguras.

El aumento de la violencia se debe principalmente a un fenómeno que no resulta nuevo en la región: ante la debilidad de un Estado que no es capaz de garantizar la seguridad y hacer cumplir las normas y las leyes, proliferan bandas paramilitares que se hacen con el control y la administración de áreas enteras de un territorio. Es decir, se convierten en una especie de Estado paralelo. De esta forma, en un país con aproximadamente 11 millones de habitantes, se estima que existen alrededor de 200de estos grupos, con casi la mitad concentrados en la capital. 

Hoy por hoy el gobierno haitiano carece de la capacidad necesaria para enfrentar este desafío: los pandilleros superan en número y están mejor equipados que las fuerzas de seguridad del país. El ejército del país, reconstruido en 2017 después de estar décadas desmantelado, apenas cuenta con 500 efectivos y los cuerpos policiales, pese a tener unas 150.000 unidades disponibles, están peor equipados que quienes integran las pandillas. Además, la corrupción está a la orden del día.

Imagen: Wikimedia

¿Quieres saber más sobre Haití? No te pierdas este vídeo:

Pero… ¿Por qué Kenia?

No es la primera vez que Kenia envía fuerzas de mantenimiento de la paz a otros países. Previamente, lo ha hecho en otros países africanos y también en Croacia y Bosnia en Europa o el Líbano en Oriente Medio. Sin embargo, la pregunta es, ¿no sería más apropiado que esta misión fuera liderada por un país con experiencia previa en la lucha contra la violencia pandillera, especialmente uno con un historial exitoso a sus espaldas? 

Estados Unidos intentó persuadir a Canadá, que comparte idioma —el francés— con Haití, para liderar esta operación, pero el gobierno de Trudeau declinó tras ofrecer diversas excusas. En cambio, Kenia se ofreció, voluntariamente, pese a que este país no tenía que hasta el pasado mes de septiembre relaciones diplomáticas con Haití. 

Los beneficios para Kenia son fácilmente identificables. El país se presenta como unaliado confiable dispuesto a cooperar con otros países, mientras que sus fuerzas encargadas de hacer cumplir la ley y mantener a raya el terrorismo islámico reciben capacitación, financiación y equipamiento especializado de forma gratuita, aunque esto implique tener que estar desplegadas durante un año.

Imagen: Wikimedia

En cambio, los beneficios para Haití no son tan evidentes. ¿Realmente puede ayudar el envío de unos pocos miles de policías keniatas - cuya experiencia en el tipo de violencia que enfrenta esta república caribeña es muy escasa - a controlar la situación? Existen muchas dudas al respecto. Eso sin tener en cuenta que la credibilidad de las fuerzas de seguridad keniatas no pasa por su mejor momento, tras el asesinato de 23 personas durante unas manifestaciones que tuvieron lugar en Nairobi a principios de 2023. Y a pesar de que también participan efectivos bahameños, jamaicanos y antiguanos, con más experiencia en el fenómeno de la violencia pandillera, su contribución a la misión será limitada. 

Además, la historia reciente del país caribeño no respalda la efectividad de las intervenciones extranjeras. Esta no sería la primera vez que un país o un grupo de países extranjeros intervienen en Haití. La más reciente, la misión de mantenimiento de la paz de la ONU entre 2004 y 2017, estuvo marcada por escándalos de abusos sexuales, un brote de cólera e incluso el abandono de bebés.

En este vídeo de VisualPolitik te contamos qué son y para qué sirven los “cascos azules” de Naciones Unidas:

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