EL VATICINIO: Los (insuficientes) avances de Somalilandia para que se reconozca su independencia

Somalilandia es un pequeño territorio situado al noroeste de Somalia que se declaró independiente en 1991. A pesar de llevar más de 30 años autogestionándose con total autonomía, lo que incluye un gobierno independiente, elecciones, moneda propia y un territorio definido (a diferencia de territorios como Kosovo), ninguna nación del mundo ha reconocido hasta ahora su independencia.

Sin embargo, parece que en los últimos años sus esfuerzos diplomáticos empiezan a dar sus frutos. Por eso en NotNews te hemos querido contar qué avances se han producido en las relaciones entre Somalilandia y algunas potencias internacionales.

Por ejemplo, la penetración regional de China preocupa a muchos paísesOccidentales y, en especial, a Estados Unidos. Esto está alimentando la búsqueda de aliados alternativos a los que China tiene en África. Esto es algo que Somalilandia puede aprovecharlo en beneficio propio. Su relativa estabilidad y su mayor compromiso con la democracia y las libertades políticas la sitúan en una posición favorable en comparación con sus vecinos (e.g. Etiopía, Yibuti o Somalia), todos ellos considerados países “no libres” por organizaciones internacionales como Freedom House.

Los líderes somalilandeses se han dado cuenta de esta posibilidad y están buscando estrechar lazos con países como Taiwán, Estados Unidos, el Reino Unido o Dinamarca. Saben que esta es su mejor, si no su única baza, si aspiran al reconocimiento de su independencia, y a lograr un cierto blindaje ante los ataques que algunos grupos no independentistas, o incluso el propio ejército somalí, puedan llevar a cabo en el territorio.

¿Está Somalilandia avanzando en el terreno de las alianzas?

La respuesta es: tímidamente. Desde 2020 tienen relaciones diplomáticas con Taiwán, país con el que han acordado cooperar en diferentes campos como la pesca, la agricultura, la energía, la minería, la salud pública, la educación y las tecnologías de la información y la comunicación.

Asimismo, en los últimos años, se han producido intercambios entre delegaciones de Somalilandia y Estados Unidos, incluyendo la visita del presidente somalilandés a Washington D.C. en marzo de este año. En todos los encuentros Somalilandia se ha presentado como un aliado africano aislado de la inestabilidad y los lazos con China que tanto caracterizan a sus vecinos.

Por último, este tipo de acercamientos también se han producido con el Reino Unido. En este caso, los líderes del pequeño territorio africano consiguieron incluso que el Parlamento británico debatiera el reconocimiento de su independencia en enero del pasado año.

No todo juega a favor del pequeño territorio africano

Desde hace casi 4 meses Somalilandia se ha visto inmersa en un conflicto armado en Las Anod, una ciudad que su Gobierno controla desde 2007. Este conflicto estalló a raíz de la represión con la que las fuerzas de seguridad somalilandesas respondieron a las protestas provocadas por la muerte de Abdifatah Abdulli Hadrwai, un político popular del partido de la oposición (Waddani).

Las manifestaciones pronto desembocaron en un enfrentamiento armado entre el ejército somalilandés y las milicias del clan Dhulbahante, cuando estas últimas, que ahora controlan la ciudad, declararon su intención de separarse de Somalilandia e integrarse en Somalia como estado federado. El ejército somalilandés respondió bombardeando la ciudad.

Es evidente que el uso de la fuerza por parte del ejército somalilandés no ayuda a reforzar la narrativa que las élites del país quieren propagar en el resto del mundo: esto es, la de un Estado caracterizado por la inclusión, la paz y la relativa estabilidad en contraposición al caos y la violencia de Somalia. De hecho, la comunidad internacional ha respondido condenando los hechos.